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CRÍTICA AL ARTISTA SANTIAGO SIERRA

Publié le 08/12/2023

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« SANTIAGO SIERRA Suele argumentarse que la relevancia de su obra consiste en visibilizar los increíbles niveles de violencia y polarización social, así como la absoluta desprotección en la que se encuentran los sectores más pobres.

Se sugiere entonces que es una herramienta que nos permite entender nuestra realidad y posicionarnos en relación a la misma. Pero si bien sus trabajos reflejan claramente el estado de indefensión en que se encuentran importantes sectores de la sociedad, ¿en qué sentido apelan a nuestra capacidad crítica?, ¿por qué podríamos decir que motivan al ejercicio reflexivo? La hipótesis fundamental de esta investigación es que su obra no puede entenderse como una crítica frontal al sistema económico, por el contrario, se articula a partir de la reproducción de sus modos de operación y lógicas más brutales. 2.

PRÁCTICAS DE REDUCCIÓN Y OBJETUALIZACIÓN. Se pretende probar, mediante el análisis concreto de diversas obras, la discordancia existen- te entre la fundamentación en torno al sentido de las mismas y los procedimientos seguidos para su elaboración: Sierra articula su trabajo a partir de la reprducción de los actos de violencia que denuncia. Se presta particular atención al uso de las personas que involucran en la ejecución de sus trabajos, que muchas veces son mostradas en posiciones denigrantes, o bien son exhibidas jugando un rol pasivo, como simples depositarios, “ejemplificadores” de un discurso.

Los participantes no cuentan con ningún margen de acción y deben limitarse a realizar aquello que ha sido dispuesto previamente, por lo que no pareciera haber cabida para la aparición de sus propias voces, ni herramientas que posibiliten su inclusión en la construcción del sentido de la propuesta. No es un dato menor que Sierra haya conseguido comercializar aquello que hasta antes de la década de los 90 parecía inimaginable: el cuerpo del Otro. ¿Será que tiene razón la crítica y nos encontramos frente a trabajos que constituyen una denuncia?, ¿o simplemente somos testigos de la reproducción de la violencia que se ejerce dos veces sobre un mismo cuerpo?, ¿por qué podría decirse que su trabajo tiene “utilidad” a nivel social? Sierra parte de un absoluto desencanto en relación a la realidad social de la que quiere dar cuenta, e insiste de diversas maneras en la impotencia del arte para modificarla.

Entiende su trabajo como una denuncia pero no pretende introducir ninguna clase de principio de reparación.

Atribuye las situaciones de opresión al modelo económico y político vigente, pero no sólo no lo cuestionan frontalmente, sino que se alimenenta de éste y define su lugar en relación al mismo como “parasitario”. Si bien es cierto que otros productores visuales, como Joshua Okón, han realizado trabajos con sustentos conceptuales y lógicas de operación relativamente similares, la crítica suele describirlos simplemente como provenientes de posicionamientos cínicos que no cuestionan en absoluto el orden económico y político vigente. Por el contrario, se sostiene que el trabajo de Sierra tiene un sentido en términos sociales, y ha sido defendido y promovido por destacados críticos y curadores, por coleccionistas, museos y centros culturales, por lo que dirigir la mirada a su producción se presenta como una cuestión urgente para revisar el lugar que parece ocupar hoy la ética en el arte. 3.

EL LUGAR DE LA ÉTICA Y EL AMOR AL OTRO.

CUESTIONAMIENTO CRÍTICO AL DISCURSO Y MODOS DE OPERACIÓN DE SANTIAGO SIERRA. Se abren una serie de interrogantes en relación a qué pasa hoy en nuestro entorno, problematizando algunos de los costos que el modelo neoliberal supone, y estudiando la necesidad de colocar a la ética en el centro de la producción artística, no sólo con la intención de establecer ciertos límites de acción, sino para revisar el sentido mismo de nuestra práctica. Se revisan los costos de la lógica reductiva: Otro=cuerpo, cuerpo=objeto, y de las prácticas de las prácticas de menosprecio presentes en la obra de Sierra. Las propuestas visuales que parten de principios de reducción y cosificación del Otro, suponen renunciar a la intención de participar en la construcción de una humanidad compartida: el deseo de crear con y en el Otro de ninguna manera puede ser mediado por el menosprecio. SOLO PLANTEA PROBLEMAS, PERO NO OFRECE SOLUCIONES Finalmente se argumenta que si el arte es una estrategia reflexiva, una herramienta para cuestionarnos sobre nuestra realidad, su quehacer no podría limitarse a la enunciación de lo existente sino que en más de un sentido debería dirigirse a proponer mundos posibles.

Y es que la reflexión se encuentra inexorablemente ligada a la posibilidad de creación, al deseo de incidir en la realidad (que puede aparecer como algo remoto o parcial, pero sin duda irrenunciable). El capítulo argumenta que ética juega un papel fundamental, pues es la valoración, el reconocimiento de la humanidad e infinitud del Otro, lo único capaz de poner en marcha el deseo de apostar por la posibilidad de construir realidades compartidas. 2.

PRÁCTICAS DE REDUCCIÓN Y OBJETUALIZACIÓN SANTIAGO SIERRA Santiago Sierra nació en Madrid, en 1966, y realizó una licenciatura en Bellas Artes en la Universidad Complutense de la misma ciudad.

Su trabajo inicial, a principios de los 90, se centró en preocupaciones de orden formal; en algunas obras de este período pueden verse referencias al minimalismo (recurrente empleo de formas geométricas elementales, así como el uso de la repetición como elemento expresivo), y en otras a la antiforma (acciones como desgastar, obstruir y quemar).

El trabajo de esta época fue expuesto en circuitos artísticos alternativos de Madrid, como El Ojo Atómico o Espacio P. En el año 1995 se traslada a México, donde amplió sus estudios en la Academia de San Car- los (dependiente de la UNAM), y donde su trabajo experimentó importantes modificaciones.

Desde este momento el eje fundamental del mismo consistió en evidenciar las relaciones de poder inherentes al sistema de producción de mundo capitalista. En el 2003 representó a España en la Bienal de Venecia, y en el 2006 regresó a Madrid, don- de actualmente vive y trabaja146.

Ha expuesto en importantes museos, y centros de arte entre los que se encuentran el Museo Kiasma de Arte Contemporáneo ARS 01 (Helsinki), PS1 del MOMA (Nueva York), Institute for Contemporary Art Kunst-Werke (Berlín), KOW Berlin (Berlín), Kunsthaus Bregenz (Austria) y Artium (País Vasco).

Manejan su obra importantes galerías como Lisson Gallery (Londres), Helga de Alvear (Madrid), Team Gallery (Nueva York) y Prometeogallery di Ilda Pisani (Milán). Su obra es sin duda polémica, ya que constantemente ha llevado al límite tanto el lugar de la ética como el de la estética en la producción visual, y si bien esto le ha supuesto fuertes críticas, también le ha hecho ocupar un privilegiado lugar en el ámbito del arte.

Es justa- mente su carácter controversial, lo que ha permitido visibilizar su trabajo, y lo que pareciera validarlo. Es uno de los artistas contemporáneos más polémicos y por lo tanto más trascendentales que figuran en la escena internacional. [...] Lo más fantástico es que necesariamente se tiene que contemplar la obra de este gran artista, cuya contemporaneidad no exige que se le entienda.

147 Pero la característica más clara de los trabajos realizados durante los primeros años de residencia en México, y que se mantuvo por mucho tiempo como elemento central de su quehacer, fue su preocupación en torno a la realización de tareas remuneradas.

Con este interés llevó a cabo innumerables obras valiéndose de una lógica de operación que era generalmente la misma: se le pagaba a una persona, o a un grupo de personas, para realizaran una tarea determinada, que casi siempre era documentado en video159 por algún intermediario que le permitía a Sierra “mantenerse al margen”. Usualmente no exhibía ni vendía la acción, sino únicamente un breve texto que la describía y un par de fotografías en blanco y negro que la registraban.160 Esta manera de actuar, así como los resultados formales derivados, resultaban sin duda interesantes y novedosos en el contexto mexicano.

Con soluciones bastante emparentadas con una estética mínimal, la acción era acompañada de la documentación en torno a la misma, logrando insertar en el mercado un tipo de producto que hasta entonces no había podido ser comercializado. (Incluso hoy resulta remarcable cómo Sierra es capaz de vender productos que no distan en lo más mínimo de aquello que aparece en su página web, y que cuentan exactamente con la misma calidad de imagen y complejidad argumental de ésta, o bien la venta de los derechos para volver a realizar una acción). 2.1La mirada en torno al Otro El eje conceptual del trabajo realizado por Sierra consiste en la reproducción de sistemas de sumisión a partir del uso de sujetos que aparentemente son despojados de su individualidad, de su voluntad, mediante un contrato en el que se estipula disponer de sus cuerpos para las más diversas tareas a cambio de una retribución económica. Las personas que participan en la realización de la obra “generalmente no entienden de qué se trata la propuesta”163, y las tareas que se les solicita realizar son completamente improductivas. Se trata de gente que recibe un pago por.... »

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