China - geografía. 1 INTRODUCCIÓN China (en chino, Zhongghuó), país del este de Asia, el tercero más grande del mundo en superficie, después de Rusia y Canadá, y el mayor en cuanto a población. Su nombre oficial es el de República Popular China (Zhonghuá Rénmin Gònghéguó). Limita al norte con la República de Mongolia y Rusia, al noreste con Rusia y Corea del Norte, al este con el mar Amarillo y el mar de la China Oriental, al sur con el mar de la China Meridional, Vietnam, Laos, Myanmar (antigua Birmania), India, Bután y Nepal, al oeste con Pakistán, y Tayikistán y al noroeste con Kirguizistán y Kazajstán. China cuenta con más de 2.900 islas costeras, la mayor de las cuales es Hainan, en el mar de China Meridional. La superficie total de China es de 9.571.300 km², sin incluir el territorio perteneciente a la isla de Taiwan. La capital de China es Pekín; la ciudad más grande del país es Shanghai. Más de una quinta parte de la población mundial vive dentro de las fronteras de China. Aquí nació una de las primeras civilizaciones del mundo y tiene una historia escrita que data de hace unos 3.500 años. Zhongghuó, el nombre chino del país, significa 'tierra central', una referencia a la creencia china de que su país era el centro geográfico de la Tierra y la única civilización verdadera. Hacia el siglo XIX, China se había convertido en un Estado política y económicamente débil. La llegada del gobierno comunista en 1949 es uno de los hechos más importantes de su historia; en un periodo de tiempo muy corto tuvieron lugar unos cambios tan radicales que afectaron tanto a la economía como a la sociedad china. Desde la década de 1970, China ha abandonado el aislamiento que se había impuesto respecto a la comunidad internacional y ha buscado modernizar su estructura económica. 2 TERRITORIO Y RECURSOS China comprende una gran diversidad de paisajes y una gran variedad de recursos naturales. En términos generales, los picos más altos de China se encuentran en el oeste, donde se encuentran algunas de las cadenas montañosas más elevadas del mundo. Tres de ellas, el Tien Shan, los montes Kunlun y Qin Ling, datan de un episodio de la orogenia paleozoica que comenzó a finales del periodo carbonífero y terminó en el periodo pérmico, cuando todas las grandes masas de tierra se habían unido para formar un único supercontinente, Pangea (véase Geología: la escala del tiempo geológico). Una cuarta, el Himalaya, tiene un origen más reciente, pues se formó cuando los sedimentos que habían sido depositados en un mar mesozoico, el mar de Tethys, fueron comprimidos y elevados por la colisión de la India con Eurasia, un hecho que comenzó durante la época del oligoceno, del periodo terciario, hace unos 40 millones de años. En la época actual, perteneciente al periodo cuaternario, la actividad tectónica se ha producido en forma de devastadores terremotos que suelen ocurrir en un amplio arco que se extiende desde el extremo occidental de la cuenca de Sichuan, al noreste, hacia Bo Hai, el golfo de la orilla norte del mar Amarillo. Las numerosas cadenas montañosas del país encierran una serie de mesetas y cuencas, y suministran una gran riqueza de agua y recursos minerales. Hay una amplia variedad de tipos climáticos, desde el subártico al tropical, y engloban grandes zonas de hábitats alpinos y desérticos con una notable diversidad de vida animal y vegetal. Las montañas ocupan alrededor del 43% de la superficie terrestre de China; las mesetas montañosas suponen otro 26% y las cuencas, muy accidentadas y que están situadas en su mayoría en las regiones áridas, cubren aproximadamente el 19% del territorio. Tan sólo el 12% de toda la superficie se puede calificar de llana. 2.1 Regiones fisiográficas China puede dividirse en seis grandes regiones geográficas, en cada una de las cuales hay una considerable diversidad geomorfológica y topográfica. 2.1.1 El Noroeste Esta región está formada por dos cuencas, la de Dzungaria (Junggar Pendi) en el norte y la del Tarim en el sur, y el elevado Tien Shan (Tian Shan). La depresión del Tarim contiene el desierto más seco de Asia, el Takla Makan (Takela Man Shamo); las cadenas de dunas de su interior se elevan hasta unos 100 m de altitud. La depresión de Turfan (Turpan Pendi), la zona más extensa de China situada por debajo del nivel del mar, preside la entrada meridional hacia el Tien Shan. La depresión de Dzungaria, aunque presenta zonas de desierto de arena y piedras, es ante todo una región de suelos fértiles de estepa que mantiene agricultura de regadío. 2.1.2 Zonas fronterizas mongolas Situada en la zona central del norte de China, es una región de mesetas formada sobre todo por desiertos de arena, piedra o grava que hacia el este se transforman en tierras de estepa con suelos fértiles. Ésta es una región de llanuras, rotas por algunas cadenas montañosas de cumbres planas y estériles que cambian el paisaje. A lo largo de su frontera oriental está la zona montañosa del Gran Xingan (Da Hinggan Ling) más elevada y con mayor vegetación. 2.1.3 El Noreste Comprende todo Dongbei Pingyuan (Manchuria) al este del Gran Xingan, englobando la llanura de Dongbei Pingyuan (Manchuria) y las tierras altas que la bordean. La llanura tiene grandes extensiones de suelos productivos. Las tierras altas oscilan entre onduladas y montañosas, con numerosos y amplios valles, y laderas suaves. La península de Liaodong, que se extiende hacia el sur, es muy conocida por sus excelentes puertos naturales. 2.1.4 El Norte Esta región está situada entre las zonas fronterizas mongolas al norte y la cuenca del río Yangtzé al sur, y está formada por varias unidades de relieve distintas. La meseta del Noroeste está formada por la acumulación de un sedimento fino arrastrado por el viento (loess), que al ser poco compacto se erosiona con facilidad; la superficie de la meseta la cruzan carreteras, valles de paredes verticales y numerosos barrancos. La región tiene extensas terrazas para el cultivo. La llanura norte de China, la mayor zona de tierras bajas llanas del país, está formada por suelos fértiles derivados del loess, por lo que gran parte de la misma está sometida a un intenso cultivo. Hacia el este en la península de Shandong, se encuentran las tierras altas del mismo nombre, compuestas por dos áreas montañosas distintas flanqueadas por colinas onduladas. La costa rocosa de la península permite la ubicación de algunos puertos naturales. Hacia el suroeste aparecen las montañas centrales, que constituyen una gran barrera entre el norte y el sur. 2.1.5 El Sur Esta región está formada por el valle del Yangtzé y otras regiones topográficamente diversas que se extienden hacia el sur. Este valle consiste en una serie de cuencas con suelos aluviales fértiles surcadas por canales, tanto naturales como artificiales y salpicadas de numerosos lagos. La cuenca del Sichuan, situada hacia el oeste, está rodeada por los escarpados espolones de las tierras altas centrales y constituye un área casi aislada de terreno montañoso; esta zona es muy conocida por una agricultura intensiva en terrazas. Las tierras altas del sur de China se extienden desde la meseta Tibetana a la costa oriental. Al oeste, la meseta de Yunnan-Guizhou, muy erosionada, está bordeada por una serie de cadenas montañosas, separadas por cañones profundos de fuertes pendientes. En el este de Guizhou se encuentra uno de los paisajes más pintorescos del mundo, donde el terreno está dominado por elevados pináculos de caliza y picos parecidos a pilares; al este se encuentran las colinas de Nan Ling, fuertemente deforestadas y erosionadas, y a lo largo de la costa están las tierras altas del sureste, muy escarpadas, donde existen bahías con numerosas islas costeras que permiten la ubicación de puertos naturales. Hacia el sur de las colinas de Nan Ling está la depresión del Xi Jiang, una zona montañosa de suelos poco fértiles; sin embargo, los numerosos arroyos de la región están bordeados por valles aluviales planos y fértiles. La amplia planicie deltaica del Zhu Jiang (río Perla) se conoce comúnmente como delta de Cantón. 2.1.6 La meseta Tibetana En el extremo suroeste de China está la alta meseta del Tíbet, enmarcada por montañas; es la meseta más elevada del mundo, con una altura de unos 4.900 m de promedio. Las cadenas montañosas que la rodean son el Himalaya al sur, Pamir y Karakorum al oeste, y los montes Kunlun y Qilian al norte. La superficie de la meseta está salpicada de lagos salados y pantanos; atravesada por varias cadenas montañosas, sirve de nacimiento de los principales ríos asiáticos del sur y del este, como el Indo, el Ganges, el Brahmaputra, el Mekong, el Yangtzé y el Huang He (río Amarillo). El paisaje es inhóspito, estéril y cubierto por rocas. 2.2 Ríos y lagos Todos los grandes sistemas fluviales de China (Yangzi Jiang, Huang He y Xi Jiang) fluyen normalmente en dirección oeste-este hacia el océano Pacífico. En general, alrededor del 50% del total hidrográfico del país drena hacia el Pacífico, sólo alrededor del 10% lo hace hacia los océanos Índico y Glacial Ártico, mientras que el 40% restante no tiene salida al mar y drena hacia las cuencas áridas occidentales y septentrionales, donde los arroyos se evaporan para formar reservas de aguas subterráneas profundas; el principal de estos cursos es el Tarim. El río más largo de China en el extremo norte es el Amur (o Heilong Jiang), que forma la mayor parte de la frontera nororiental con Rusia. Los ríos Songhua (Songari) y Liao, así como sus afluentes, drenan la mayor parte de la llanura de Dongbei Pingyuan (Manchuria) y sus tierras altas circundantes. El principal río del norte de China es el Huang He. Tradicionalmente se conoce como 'el dolor de China' a causa de las inundaciones periódicas de grandes regiones a lo largo de la historia de China. En su curso bajo, el río está encauzado y su lecho se eleva por encima de la llanura circundante como resultado de la acumulación de sedimentos; en las tierras altas marginales de la meseta Tibetana el río se eleva y sigue un curso tortuoso hasta el Bo Hai (o Po Hai), un brazo del mar Amarillo, y drena un área de más de dos veces la superficie de Francia. El río Yangtzé de la China central tiene un caudal que supera en diez veces al del Huang He; es el río más largo de Asia (6.300 km) y tiene una vasta cuenca de drenaje. El Yangtzé se eleva cerca del nacimiento del Huang He, y desemboca en el mar en Shanghai, siendo su vía de transporte más importante. Los tramos inferiores en forma de estuario del Xi Jiang, el sistema fluvial más importante del sur de China, sirven al mayor puerto de Cantón. El río, que cuenta con numerosos afluentes y emisarios, tiene un caudal tres veces superior al del Huang He. La mayor parte de los lagos importantes de China se encuentran a lo largo del curso medio y bajo del Yangtzé; los dos más grandes en la zona media son el Dongting y el Poyang. Durante el verano estos lagos aumentan su área dos o tres veces, y sirven de almacén para el exceso de agua. El lago Tai es el más grande de los lagos presentes en el delta del Yangtzé y los lagos Hongze y Gaoyou se encuentran al norte del delta. En la meseta Tibetana abundan los lagos salinos de un cierto tamaño. El de mayor extensión es el lago pantanoso Qinghai (también conocido como Koko Nor), que se sitúa en la parte menos elevada de la región Noreste, pero en la meseta elevada hay otros casi tan grandes como él. También en el árido Noroeste y en las zonas fronterizas mongolas hay una serie de grandes lagos, muchos de los cuales son también salinos; los más destacados son los lagos Nur y Bosten, al este de la depresión del Tarim. El lago Ulansuhai, alimentado por el Huang He, se encuentra en el interior de Mongolia; el lago Hulun está situado al oeste del gran Xingan, en Dongbei Pingyuan (Manchuria). A lo largo de todo el país se han construido más de 2.000 embalses, sobre todo para el regadío y controlar las inundaciones. La mayoría son de pequeño tamaño, pero el mayor (la presa Long Men en el Huang He) tiene una capacidad de 35.400 millones de metros cúbicos. 2.3 Clima Prevalece el clima templado; también hay regiones desérticas y semiáridas en el interior occidental y una pequeña área de clima tropical en el extremo sureste. Los climas de China, sin embargo, tienden a ser más continentales y por tanto más extremos, y los contrastes regionales suelen ser mayores, debido a la mayor masa continental de Asia respecto de América del Norte. El monzón (viento predominante) asiático ejerce el control primario sobre el clima de China. Durante el invierno los vientos fríos y secos soplan desde el sistema de altas presiones de Siberia central provocando el descenso de las temperaturas en todas las regiones al norte del río Yangtzé y sequía en la mayor parte del país. En el verano, un aire húmedo y cálido fluye hacia el interior desde el océano Pacífico, lo que da lugar a precipitaciones en forma de tormentas ciclónicas. Enormes cantidades de lluvia caen rápidamente en las laderas de las montañas a sotavento. Las cuencas remotas del noroeste, en cambio, reciben escasas precipitaciones. Las temperaturas de verano son muy uniformes en la mayor parte del país, pero los inviernos se caracterizan por diferencias extremas de temperatura entre el norte y el sur. El sureste de China, hacia el sur del valle del Yangtzé, tiene un clima subtropical, y un clima tropical en el extremo sur. En esta región las temperaturas de verano alcanzan los 26 ºC de promedio; en invierno las temperaturas descienden desde los 17,8 ºC en el sur tropical hasta unos 3,9 ºC a lo largo del río Yangtzé. Un promedio de ocho tifones anuales, sobre todo entre julio y noviembre, provocan vientos y lluvias fuertes a las áreas costeras. Hacia el suroeste, las llanuras montañosas y cuencas también presentan climas subtropicales, con considerables variaciones locales. Como resultado de las mayores alturas, los veranos son más frescos mientras que los inviernos son templados como consecuencia de la protección que ejercen, impidiendo la entrada de los vientos del norte. La depresión del Sichuan, es muy conocida por su alta humedad y nubosidad; las precipitaciones, especialmente abundantes durante el verano, exceden los 990 mm anuales en casi todas las regiones del sur de China. La región china del Norte, que no tiene cadenas montañosas que formen una barrera protectora contra el flujo de aire de Siberia, experimenta un invierno frío y seco. Las temperaturas de enero varían desde los 3,9 ºC en el extremo sur hasta unos -10 ºC al norte de Pekín y en las mayores alturas del oeste. Las temperaturas de julio suelen exceder los 26,1 ºC y en la llanura septentrional del país se acercan a los 30 ºC. Las precipitaciones anuales totales son de menos de 760 mm, la mayoría durante el verano, y van disminuyendo hacia el noroeste que tiene un clima más seco, de estepa. La variabilidad interanual de las precipitaciones en estas regiones es grande; este factor, combinado con la posibilidad de tormentas de arena o granizo, hacen que la agricultura sea precaria. Durante más de cuarenta días al año hay niebla en el este, y durante más de ochenta, a lo largo de la costa. El clima de Dongbei Pingyuan (Manchuria) es similar al del norte de China, pero algo más frío. Las temperaturas de enero sobre una gran parte de la llanura son de -17,8 ºC de promedio, mientras que las de julio suelen exceder los 22,2 ºC. Las precipitaciones se concentran en el verano, y su promedio oscila entre unos 510 y 760 mm en el este, disminuyendo hasta unos 300 mm al oeste del desierto del Gran Xingan. En la frontera con Mongolia y en el Noroeste predominan los climas de estepa y desérticos. Las temperaturas de enero tienen un promedio por debajo de -10 ºC en todas las zonas, excepto en la depresión de Tarim. Las temperaturas de julio suelen sobrepasar los 20 ºC. Las precipitaciones anuales totales son de menos de 250 mm, y la mayor parte del área recibe menos de 100 mm. A causa de su altitud, la meseta Tibetana, en la región Suroeste, tiene un clima frío de montaña; las temperaturas de julio permanecen por debajo de 15 ºC. El aire es seco a lo largo de todo el año con precipitaciones anuales totales de menos de 100 mm en todos los lugares excepto en el extremo sureste. 2.4 Vida vegetal A causa de la gran variedad climática y topográfica, China es rica en diferentes especies vegetales. La mayor parte de la vegetación original ha desaparecido a causa de siglos de asentamientos humanos y cultivos intensivos. Los bosques, que ocupan el 20,6% del territorio total, se han conservado generalmente en las regiones montañosas más inhóspitas. Al sur del valle de Xi Jiang se pueden encontrar densas selvas tropicales lluviosas, formadas por especies perennes de hoja ancha, algunas con más de 50 m de altura, entremezcladas con palmeras. Una extensa región de vegetación subtropical se extiende al norte del valle del Yangtzé y al oeste de la meseta Tibetana. Esta región es muy rica en especies, como la encina, ginkgo, bambú, pino, azalea y la camelia. También se pueden encontrar bosques con laureles y magnolias, y un sotobosque de arbustos más pequeños y matorrales de bambú. A mayor altitud dominan las coníferas y los pastos de montaña. Al norte del valle del Yangtzé originalmente había un bosque caducifolio de hoja ancha. Las principales especies que hoy se mantienen son diferentes variedades de robles, fresnos, olmos y arces; hacia el norte, en Dongbei Pingyuan (Manchuria), florecen el tilo y el abedul. Las más importantes reservas madereras de China se encuentran en las montañas al norte de esta región, donde todavía quedan grandes bosques de coníferas dominados por alerces. La llanura de Dongbei Pingyuan (Manchuria), que hoy se utiliza como superficie de cultivo, estuvo dominada por un bosque de estepa (herbáceas entremezcladas con árboles). En la zona oriental de la frontera con Mongolia aparecen praderas o estepas cubiertas con hierbas resistentes a la sequía. La vegetación de esta región, sin embargo, ha sido reducida por el excesivo pastoreo y la erosión del suelo. Las regiones más áridas del noroeste se caracterizan por macizos de plantas herbáceas separados por extensas áreas estériles; aquí dominan las especies que viven en terrenos salinos. La vegetación de tundra, algo más exuberante, formada por hierbas y flores, se encuentra en la mayor parte de la alta meseta del Tíbet. En localizaciones más favorables, a lo largo de las regiones áridas, pueden darse algunas especies de arbustos grandes y hasta árboles, y en muchas áreas de montaña se pueden encontrar bosques de abetos y píceas. 2.5 Vida animal Los diversos hábitats de China hacen posible la vida de una amplia variedad de fauna, desde especies árticas en Dongbei Pingyuan (Manchuria), hasta numerosas especies tropicales en el sur del país. Algunas especies, ya extinguidas en otros lugares, aún sobreviven en China, como el gran pez poliodóntido del río Yangtzé, especies de cocodrilos y salamandras, el panda gigante (que habita de forma exclusiva en el suroeste del país) y el ciervo de agua chino (que se puede encontrar sólo en China y Corea). En el sur tropical abundan distintos tipos de primates, entre los que se encuentran el gibón y el macaco, al igual que distintas especies de simios y monos. Confinados a las áreas más lejanas hay algunos ejemplares de grandes carnívoros, como osos, tigres y leopardos, estos últimos distribuidos en la periferia de las regiones más pobladas; en el norte de Dongbei Pingyuan (Manchuria) hay leopardos, en el Tíbet se encuentran leopardos nivales, y en el extremo meridional se puede observar el leopardo moteado. Los carnívoros de menor tamaño están más extendidos y son numerosos localmente, como el zorro, el lobo, el perro mapache y el gato de algalia. En las tierras altas y cuencas del oeste habitan antílopes, gacelas, gamuzas, caballos salvajes, venados y otros animales ungulados, mientras que en el norte de Dongbei Pingyuan (Manchuria) se puede encontrar el ratón de Alaska. Las aves son muy diversas y engloban faisanes, pavos reales, loros, garzas y grullas. Además de los animales domésticos más comunes se puede encontrar el búfalo de agua, un importante animal de carga en el sur, el camello, que se utiliza en los terrenos áridos del norte y oeste, y el yak, un animal similar al buey, semidomesticado, que se utiliza en las tierras altas del Tíbet. La vida marina es abundante, especialmente a lo largo de la costa sureste y comprende platija, bacalao, atún, sepia, cangrejo marino, gambas, camarones y delfines. Los ríos de China contienen una gran variedad de especies de carpas, así como salmón, trucha, esturiones, siluro y el delfín de río chino. Son muy frecuentes las piscifactorías en el interior de China. 2.6 Recursos minerales A causa de su diversidad geológica, China posee una gran variedad de recursos minerales; aunque carece de vanadio, cromo y cobalto. Los depósitos minerales están distribuidos de una manera muy amplia a lo largo de todo el país; las principales regiones mineras son el sur de Dongbei Pingyuan (Manchuria), la península de Liaodong y las tierras altas del sur. Sólo en la meseta del Tíbet y en las altas montañas que la rodean no se han descubierto depósitos minerales de importancia. China está bien dotada de recursos energéticos. Se cree que las reservas de carbón llegan hasta los 11 trillones de t, la mayor parte de ellas en Dongbei Pingyuan (Manchuria) y áreas adyacentes del norte de China. Las reservas de petróleo se estiman en más de 20.000 millones de t, cuyo núcleo ha sido descubierto en la costa. Sus reservas petroleras están consideradas las segundas del mundo, después de Arabia Saudí. Otros depósitos se localizan en Dongbei Pingyuan (Manchuria) y en las provincias noroccidentales de Shaanxi, Gansu y Qinghai, y en la región autónoma uigur de Xinjiang. Los depósitos de pizarras bituminosas están localizados sobre todo en Liaoning y Guangdong. Entre las menas de minerales metálicos, las de mineral de hierro se estiman en más de 40.000 millones de t. La mayor parte de los grandes depósitos, sobre todo en el sur de Dongbei Pingyuan (Manchuria), norte de Hebei y Mongolia Interior (Nei Monggol), son en su mayoría de baja calidad. Hay algunos depósitos de hematites de gran pureza en Liaoning y Hubei, en el valle del Yangtzé; también se han descubierto extensos depósitos en Hainan. Existen importantes reservas de mineral de aluminio, que se encuentran sobre todo en Liaoning y Shandong; en 2004 la producción anual fue de 6.670.000 de toneladas. Ese mismo año se extrajeron 110.000 t de estaño (un 8% de la producción mundial), un metal que se encuentra en Yunnan y la región autónoma zhuang de Guangxi. China tiene las mayores reservas mundiales tanto de antimonio como de tungsteno; este último se puede encontrar en las tierras altas del norte de Xi Jiang y los mayores depósitos de antimonio están en Hunan. China también tiene grandes reservas de magnesita, molibdeno, mercurio y manganeso. Sin embargo, las reservas de plomo, cinc y cobre son menores. Se ha encontrado uranio en distintas localidades, en especial en Dongbei Pingyuan (Manchuria) y en el Noroeste. Otros recursos que existen en bastante cantidad son fosfatos, sal, talco, mica, cuarzo, sílice y fluorita. 2.7 Temas medioambientales La Constitución china de 1978 fue la primera que proporcionó algunas medidas de protección medioambiental en un país que hasta ese momento había tenido una dedicación exclusiva al aumento de la producción nacional. Se ha establecido una Oficina de Protección Medioambiental bajo la autoridad del Consejo de Estado que, aunque no cuenta con poderes de regulación, sí coordina soluciones para los problemas medioambientales. El Instituto Nacional de Protección Medioambiental vigila el uso de productos químicos, herbicidas e insecticidas. El principal avance en este campo, viene dado por la reforestación, control de la erosión y conservación del agua. Se han realizado proyectos a gran escala para aprovechar los principales sistemas fluviales del país. Un importante componente de la protección medioambiental en China son las terrazas, un método de cultivo que se ha practicado con éxito durante siglos; combinadas con la plantación de árboles y la construcción de pequeñas presas, proporcionan un importante control de la erosión y una importante medida en el ámbito local para garantizar el abastecimiento de agua. La población enorme y en aumento de China, y su notable crecimiento económico, puede afectar tanto al medioambiente global como a los ecosistemas dentro de sus fronteras. Las restricciones de agua en todo el país, especialmente en las áreas urbanas, pueden constituir un problema aún más serio a medida que el futuro aumento de la cantidad de agua utilizada amenace los recursos disponibles. La mayoría de los ríos de la nación, especialmente en las áreas urbanas, están seriamente contaminados. No obstante, se está poniendo en práctica un sistema de autorizaciones para eliminar aguas residuales, junto con un sistema impositivo sobre la contaminación, según el cual los que contaminan pagan los costos de la limpieza. El consumo de energía de China en 1990 llegó a representar casi el 11% de las emisiones de monóxido de carbono planetarias. El carbón, que suministra el 80% de las necesidades energéticas de China, es la causa en muchas ciudades, de una fuerte contaminación del aire, así como de la lluvia ácida. La conversión de carbón a electricidad contribuiría a reducir la gravedad de estos problemas. El 20,6% de la superficie de China está cubierta de bosques, pero la deforestación está amenazando el hábitat de muchas de las miles de especies que habitan en este país, algunas de las cuales son únicas de China. También se ha producido un rápido incremento del área desértica, y la erosión del suelo es un serio problema como contrapartida de la producción agrícola. No obstante, se están realizando esfuerzos para mejorar la situación como la puesta en práctica de programas de reforestación, que en gran parte se orienta al suministro de combustible de leña. También se han plantado bosques como barreras de arena para combatir la desertización. Con el fin de preservar el hábitat animal, el gobierno chino ha establecido 400 zonas de protección nacional que cubren el 14,8% de la superficie total del país, y ha ratificado numerosos acuerdos internacionales relacionados con la conservación. 3 POBLACIÓN La población china es aproximadamente en un 93% de etnia china o han. Los chinos pertenecen sobre todo al grupo mongoloide y se diferencian no tanto por su etnia, como por las variaciones lingüísticas. El 7% de la población minoritaria se asienta sobre casi el 60% de la superficie de China, otorgándoles una importancia mayor de lo que su porcentaje podría sugerir. 3.1 Grupos étnicos Más de 70 millones de personas componen las 56 minorías nacionales existentes en el país. La mayor parte de estos grupos se distinguen de los chinos por el idioma o la religión, más que por sus características raciales. Las principales minorías son los zhuang, relacionados con los thai, que constituyen alrededor de 14,6 millones de habitantes, situados mayoritariamente en la región autónoma de Guangxi; los hui, alrededor de 7,9 millones, en la región autónoma hui de Ningxia, en Gansu y en Qinghai; los turco hablantes uigures, alrededor de 6,5 millones, en la región autónoma uigur de Xinjiang; los yi, alrededor de 5,9 millones, en Sichuan, Yunnan y Guangxi; los miao, alrededor de 5,5 millones, en Guizhou, Hunan y Yunnan; los tibetanos, alrededor de 4,3 millones, en la región autónoma del Tíbet y en Qinghai, y los mongoles, alrededor de 3,7 millones, en la región autónoma de Mongolia Interior, en Gansu y en Xinjiang. Otros grupos son coreanos, bonyei y manchúes; estos últimos son descendientes de los pueblos que conquistaron China en el siglo XVII y establecieron la dinastía Qing o Manchú. Son casi imposibles de distinguir de los chinos han. 3.2 Características de la población El primer censo nacional desde la llegada al poder de los comunistas se realizó en 1953, en un esfuerzo para evaluar los recursos humanos disponibles para el primer plan quinquenal. En ese momento, se descubrió que la población de China ascendía a 582.600.000 habitantes. Un segundo censo realizado en 1964 mostró un crecimiento de hasta 694.580.000 habitantes; el tercero, en 1982, revelaba una población (excluyendo a Hong Kong, Macao y Taiwan) de 1.008.180.000 habitantes, haciendo de China el primer país del mundo que sobrepasó los mil millones. Entre 1953 y 2008 la tasa de mortalidad cayó desde 22,5 hasta 7 fallecidos por cada 1.000 habitantes; la tasa de natalidad ha descendido desde el 45? en 1953 al 13,70 ? en 2008. Como resultado de ello, la tasa de crecimiento de la población ha descendido desde el 1,50% (1950-1960) hasta el 0,63% (2008). A pesar de todo, a ese ritmo China duplicará su número de habitantes en 110 años. El descenso en la fertilidad registrado entre las décadas de 1950 y 1980 se vio muy favorecido por los esfuerzos gubernamentales para promocionar el matrimonio tardío y más recientemente para inducir a las familias chinas a tener un único hijo. Este programa se ha complementado con la expansión continua de los servicios de salud públicos que proporcionan información sobre el control de la natalidad y métodos anticonceptivos con un costo muy pequeño o incluso nulo. En 1984 se estimaba oficialmente que el 70% de todas las parejas casadas en edad fértil utilizaban métodos anticonceptivos y que 24 millones de parejas habían prometido formalmente no tener más que un hijo. El aborto es legal y hay presiones sociales hacia las mujeres que tienen ya un hijo o más y se quedan embarazadas en el sentido de que no continúen adelante con ese embarazo. Las minorías nacionales, generalmente, han sido excluidas del programa gubernamental de control de la natalidad, como respeto hacia las culturas y creencias de otras etnias, con el fin de no dañar la amplia autonomía cultural de la que gozan. En 1980 el gobierno informó de que el 65% de la población era menor de 30 años, por lo tanto una gran parte de la población china estará en una edad fértil durante al menos algunas décadas más. En septiembre de 1982, la cúpula del Partido Comunista Chino (PCCh) declaró que la nación debía limitar su población a 1.200 millones hacia finales de siglo, una meta que requería la intensificación de los esfuerzos de control de la población. Gracias a las numerosas medidas aplicadas, se ha conseguido una tasa de fertilidad de tan sólo 1,77 hijos por mujer (2008). China tiene una población (según estimaciones para 2008) de 1.330.044.600 habitantes. La densidad de población es de 143 hab/km², aunque la distribución geográfica es muy desigual. La gran mayoría de la población se encuentra en las diecinueve provincias del este, que históricamente han formado el corazón de China; esto refleja el distinto uso del suelo que se ha hecho históricamente, así como modelos de asentamiento diferenciados entre los chinos han (en el este) y las demás etnias (en el oeste). Desde la década de 1960 el gobierno chino ha promocionado el asentamiento en las tierras de las provincias occidentales y las regiones autónomas. A pesar de la industrialización, China sigue siendo un país predominantemente rural y agrícola. Aunque ya existían grandes concentraciones urbanas, incluso antes de la época del Imperio romano, el país en su conjunto se ha ido urbanizando poco a poco. Sin embargo, alrededor del 59% de la población se puede clasificar como rural. La migración espontánea desde el campo a las ciudades fue prohibida desde mediados de la década de 1950 a causa de la falta de trabajo para los habitantes que llegaban a la ciudad. Esta prohibición fue consecuencia de la idea de Mao Zedong de que las distinciones de clases entre la población urbana y la rural era la gran causa de las desigualdades sociales en China. Durante la década de 1960 y la primera mitad de la de 1970 (en especial durante el periodo de la Revolución Cultural) los chinos desarrollaron una campaña para enviar al campo durante varios años, o incluso de manera definitiva, a jóvenes educados en las ciudades. Este movimiento debía proporcionar ciertas habilidades a las zonas rurales y por lo tanto reducir el interés de los campesinos por emigrar a la ciudad. La importancia del programa de 'ruralización' fue decayendo tras la muerte de Mao en 1976 y fue eliminado de hecho a finales de 1978, momento en que empezó a aumentar la migración hacia la ciudad. El cambio de residencia dentro de las ciudades también está controlado por el gobierno: una persona debe tener la aprobación gubernamental y la garantía de una residencia y empleo antes de trasladarse. Se ha producido un cierto movimiento dentro de las grandes ciudades como consecuencia de la destrucción a gran escala de viviendas antiguas en mal estado y su sustitución por edificios de apartamentos de cuatro y cinco pisos. 3.3 Divisiones administrativas El territorio chino está integrado por 22 provincias (Anhui, Fujian, Gansu, Guangdong, Guizhou, Hainan, Hebei, Heilongjiang, Henan, Hubei, Hunan, Jiangsu, Jiangxi, Jilin, Liaoning, Qinghai, Shaanxi, Shandong, Shanxi, Sichuan, Yunnan y Zhejiang), 5 regiones autónomas (Guangxi, Mongolia Interior, Ningxia, Tíbet y Xinjiang) y 4 municipalidades especiales (Pekín, Shanghai, Tianjin, Chongqing). Las regiones autónomas fueron establecidas en áreas que originalmente tenían poblaciones de etnia no china. Tíbet, una de las regiones autónomas chinas, tiene un gobierno en el exilio considerado por parte de un sector de la opinión pública internacional como el legítimo representante de un Estado soberano ocupado. Taiwan, por su parte, es considerada por el gobierno de la China continental como una provincia renegada. Finalmente, Hong Kong adquirió en 1997 la categoría de Región Administrativa Especial tras su retrocesión a China, al igual que sucedió con Macao en 1999. 3.4 Ciudades principales Las ciudades más antiguas de China evolucionaron en el siglo XV a.C. bajo la dinastía Shang. Las ciudades han sido importantes desde hace muchos siglos para cubrir las funciones ceremoniales (administrativas y religiosas), así como de lugar de residencia de la corte china y como lugar de intercambio comercial. En el siglo XX, y especialmente desde la década de 1950, las ciudades chinas han ganado gran relevancia como centros industrialmente productivos. Sin embargo, han mantenido su significado ceremonial bajo el gobierno comunista. Según estimaciones para 1992, China tenía 40 ciudades cuyas poblaciones superaban el millón de habitantes. La ciudad más grande de China y su principal puerto es Shanghai (13.680.800 habitantes); Pekín (11.807.000 habitantes), la capital y centro cultural de China; Tianjin (9.393.100 habitantes), una ciudad portuaria en la unión del río Hai y el Gran Canal; Shenyang (6.800.000 habitantes); Wuhan (7.811.900 habitantes), una ciudad portuaria en la confluencia de los ríos Han y Yangtzé, y Cantón (7.607.220 habitantes), ciudad portuaria en el Zhu Jiang (río Perla). Todas estas ciudades han desarrollado grandes zonas industriales. 3.5 Idioma Los chinos han disfrutado de un idioma escrito desde hace más de 3.000 años. Aunque el idioma chino está formado por más de una docena de grandes dialectos hablados, toda el sistema de escritura se realiza con los mismos caracteres. Esta unidad literaria ha sido importante para la unidad histórica del pueblo chino desde la dinastía Shang (c. 1766-c. 1027 a.C.). Uno de los ambiciosos esfuerzos del gobierno comunista chino desde 1949 ha sido la modificación de la lengua china. El idioma hablado de forma oficial por los chinos es el putonghua (habla corriente); a veces los occidentales lo conocen como mandarín y es el dialecto del norte de China. En 1955 este dialecto fue declarado idioma común en la Conferencia Nacional de la Reforma del Idioma Chino Escrito. Se han realizado grandes esfuerzos también para modificar el idioma escrito. El uso de caracteres simplificados (caracteres escritos con menos trazos), se ha incrementado poco a poco, lo que ha facilitado el objetivo del gobierno de ampliar la alfabetización. En 1977 los chinos realizaron una petición formal a las Naciones Unidas para utilizar los caracteres del alfabeto latino en la escritura o grafía pinyin (ortografía fonética) con el fin de poder transcribir los nombres de lugares en China de acuerdo a pautas comprensibles para el resto del mundo; se creó este método de transcripción a finales de la década de 1950 y ha sufrido modificaciones constantes. Algunos dirigentes chinos aseguran que el pinyin llegará finalmente a reemplazar los caracteres chinos y se convertirá en el idioma chino escrito; sin embargo, no se espera que esto ocurra en un futuro cercano. Los más de 70 millones de personas que componen las minorías étnicas de China tienen sus propios idiomas hablados, entre los que se encuentran mongol, tibetano, miao, tai, uigur y kazajo. Antes muchos de estos idiomas minoritarios no tenían una forma escrita, pero el gobierno chino ha animado el desarrollo de formas escritas de estos idiomas, utilizando el pinyin. También se anima a estos grupos a continuar las tradiciones que promocionarán el conocimiento de su herencia etnolingüística. El dialecto mandarín es el que se enseña en las escuelas, generalmente como segundo idioma y su conocimiento es indispensable en toda China. Véase Lengua china. 3.6 Religión Una de las primeras acciones del Partido Comunista Chino (PCCh) al obtener el control en 1949 fue eliminar, de modo oficial, la religión organizada. Antes, las religiones dominantes en China habían sido el confucianismo, el taoísmo y el budismo. A causa de la naturaleza casi secular del confucianismo, y debido a que la mayor parte de los chinos estaban vinculados a las tres grandes creencias, por lo que carecían de una fuerte fidelidad a una sola religión, la población ofreció muy poca resistencia al cambio del ejecutivo. Además del budismo y taoísmo, las principales religiones formales de China, eran el cristianismo y el islam. La mayor parte de los templos y escuelas de estas cuatro religiones se secularizaron. Sólo con la Constitución de 1978 se permitió el desarrollo oficial de las religiones organizadas en China, aunque también establecía que la población tenía el derecho a no tener creencias religiosas y 'a propagar el ateísmo'. Desde que se han garantizado los derechos religiosos, los grupos cristianos en las ciudades y las sectas budistas tanto en el campo como en la ciudad han sido muy activas. Los chinos musulmanes étnicos (o hui) así como los pueblos musulmanes minoritarios como los uigur, kazajos y kirguises, mantienen su fe en el islam, pero hoy practican su religión de un modo más abierto. 4 EDUCACIÓN Y CULTURA China tiene una larga y rica tradición cultural en la cual ha desempeñado un importante papel la educación. A lo largo de todo el periodo imperial (221 a.C.-1912 d.C.) tan sólo los que tenían una educación tenían posiciones de liderazgo social y político. La primera Universidad se estableció en el año 124 a.C. para formar a los futuros funcionarios públicos en el conocimiento del confucianismo y los clásicos chinos. Sin embargo, a lo largo de la historia muy pocos chinos han sido capaces de llegar a aprender de forma total y correcta el complejo idioma y su literatura. Se estima que en 1949 tan sólo el 20% de la población de China sabía leer y escribir. Para los comunistas chinos, el analfabetismo era un obstáculo para la promoción de sus programas políticos, por lo que combinaron la propaganda política con el desarrollo educativo. 4.1 Educación Uno de los programas más ambiciosos del Partido Comunista ha sido el establecimiento de la educación pública universal para toda la población. En los dos primeros años del nuevo gobierno (1949-1951) más de 60 millones de campesinos acudieron a las 'escuelas de invierno', establecidas para aprovechar la estación de descanso de los trabajadores agrícolas. Mao declaró que una meta primordial de la educación era reducir las diferencias de clase por lo que era fundamental reducir las distancias sociales entre el trabajo manual y el intelectual, entre los residentes en la ciudad y el campo, y entre el obrero y el campesino.&l...