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África - geografía.

Publié le 30/05/2013

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África - geografía. 1 INTRODUCCIÓN África: mapa político Las fuerzas tectónicas que separaron África de Sudamérica hace 150 millones de años crearon un continente cuyo principal rasgo topográfico es una vasta y ondulada meseta. Los científicos han encontrado en África microorganismos fósiles de hace 3.200 millones de años, la evidencia de una de las primeras formas de vida en la Tierra. - geografía. África, tercer continente más grande de la Tierra, con islas adyacentes, que ocupa una superficie de unos 30.243.910 km², alrededor del 20% del total de la masa terrestre. Bañado por las aguas del océano Atlántico al oeste y del Índico al este, está separado de Europa y Asia por el estrecho de Gibraltar y el mar Mediterráneo, al norte, y por el canal de Suez y el mar Rojo, al noreste. La población del continente en 2008 es de 955.006.740 habitantes. A finales del siglo XIX se produjo el reparto de África, hecho determinante en la evolución económica y social del continente a lo largo de la pasada centuria. 2 GEOGRAFÍA FÍSICA: TERRITORIO Y RECURSOS Desierto del Sahara El Sahara es el desierto más extenso del mundo. Situado en el norte de África, se adentra 1.610 km hacia el interior del continente y tiene una anchura de 5.150 km desde el océano Atlántico hasta el mar Rojo. Su superficie total es superior a los 9 millones de kilómetros cuadrados, de los que sólo 207.200 son oasis parcialmente fértiles. David Rouge (MAURITANIA)/Reuters Atravesado por el ecuador, África es un continente compacto que se extiende unos 8.000 km desde su punto más septentrional, cabo Blanco (Túnez), a su extremo más meridional, cabo de las Agujas (Sudáfrica); su anchura máxima, medida desde la punta de cabo Verde (Senegal), al oeste, hasta Ras Xaafuun (Somalia), al este, es de unos 7.500 km. La cumbre más elevada del continente es el monte Kilimanjaro (Tanzania), que casi alcanza los 6.000 m y presenta nieves perpetuas, y el punto más bajo se encuentra en el lago Asal (Yibuti), a 153 m por debajo del nivel del mar. 2.1 Relieve y regiones fisiográficas Cráter Ngorongoro, Tanzania Gracias a una densidad de población relativamente baja, Tanzania ha conservado gran parte de su fauna y alberga algunas de las reservas de animales salvajes más famosas del mundo, como el cráter Ngorongoro, que aparece en la imagen, y los parques nacionales de Serengeti y Selous. Ngorongoro, que comprende un enorme cráter volcánico extinto situado en el noreste de Tanzania, proporciona no sólo un refugio seguro a la fauna salvaje sino también un área de estudio única para los científicos, en especial genetistas, debido a que sus poblaciones de animales salvajes están aisladas de las del resto del país por las paredes del cráter. Éste se localiza dentro de la Zona de Conservación Ngorongoro, declarado Patrimonio de la Humanidad, que también incluye la garganta de Olduvai, donde se han encontrado restos de algunos de los primeros antepasados del ser humano. Nicholas Parfitt/Tony Stone Images El relieve africano se caracteriza por su horizontalidad debido a la presencia de vastas y onduladas mesetas, desfiguradas por varias grandes cuencas fluviales y aisladas sierras. A pesar de esta característica morfología, se diferencian diferentes unidades del relieve en África. Una primera unidad del relieve son las amplias mesetas que se extienden por todo el continente, aunque son más elevadas en la región meridional; explican su aspecto uniforme y su elevada altitud media (750 m), y algunas albergan zonas áridas, como los desiertos Sahara, Kalahari y Karroo. Entre las mayores altiplanicies se pueden destacar las de regiones como Futa Yallon (muy escalonada) y Adamaua. Una segunda unidad del relieve son los sistemas montañosos, que salpican las mesetas: algunos se alzan en los extremos del continente, como las cordilleras del Atlas, Ruwenzori y Drakensberg; unos pocos macizos aislados de origen volcánico despuntan por el centro del continente, como los de Ahaggar y Tibesti; en la parte oriental, la más elevada, se encuentra el Gran Rift Valley y se localizan numerosos volcanes, como el Kilimanjaro, el Kenia y el Elgon. El monte Camerún sobresale en la parte occidental. La tercera unidad del relieve son las depresiones geomorfológicas, que rompen la uniformidad de las mesetas centrales; cabe mencionar las cuencas surcadas por los ríos Congo y Níger, y las depresiones de Qattara y Danakil. África presenta una línea de costa regular, con pocos entrantes y salientes (destacan el cabo de Buena Esperanza, el golfo de Guinea y la península de Somalia, entre otros); la longitud total de su litoral, unos 30.500 km, en proporción con su área, es menor que en cualquier otro continente. Las principales islas de África, con una superficie conjunta de 621.600 km2, son Madagascar (la más grande del continente), Zanzíbar, Pemba, Mauricio, Reunión, Seychelles y Comores en el océano Índico; Santo Tomé y Príncipe y Bioko en el golfo de Guinea; Santa Elena, Ascensión y las islas Bissagos en el Atlántico sur; y las islas de Cabo Verde, Canarias y Madeira en el Atlántico norte. 2.2 Historia geológica Imagen de satélite del desierto Líbico Dos picos volcánicos, el Arkenu y el Uweinat, son claramente visibles en esta imagen de satélite tomada del desierto Líbico. Digital Image © 1996/Original image Cortesía de NASA/Corbis Un inmenso escudo continental de rocas precámbricas, emparentado por su edad e historia con las cordilleras brasileñas de Sudamérica, se extiende al sur del Atlas hasta el cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica). Al este, el escudo abarca dos masas continentales, la península Arábiga y Madagascar, que se separaron de África durante el periodo terciario (véase Tectónica de placas). Entre estas antiguas rocas se han encontrado algunos de los primeros rastros de vida en la Tierra (microorganismos fósiles de 3.200 millones de años). Geológicamente, los montes Atlas del norte de África son parte de Europa, ya que fueron originados por las mismas fuerzas que crearon las cordilleras alpinas de Europa central y meridional. Las fuerzas tectónicas que separaron África y Sudamérica durante la división del continente de Gondwana, hace 150 millones de años ( véase Jurásico), han seguido activas durante épocas más cercanas, al formarse el Gran Rift Valley en África oriental durante el terciario y desencadenar las erupciones de los montes volcánicos Kenia y Kilimanjaro. 2.3 Suelos Arenas rojas del desierto de Namibia En el desierto costero de Namibia, de unos 2.000 km de longitud, las dunas rojizas llegan hasta las aguas del océano Atlántico. Algunas dunas llegan a alcanzar los 300 m de altitud y se consideran las más altas del mundo. En Namibia, el desierto está dividido en dos zonas principales, la parte central, en la que destacan las dunas rojizas y cañones de Sossusvlei, y la Costa de los Esqueletos, con arenas de color más amarillento. Reiner Harscher/laif/Redux Pictures Debido a que el continente africano no estuvo cubierto por el mar durante millones de años, los suelos se han desarrollado independientemente, sobre todo a causa de alteraciones meteorológicas. Pocos suelos se han beneficiado de la tierra transportada por ríos o corrientes oceánicas. En su mayor parte, los suelos africanos sufren un drenaje irregular y no presentan mantos acuíferos definidos. La mayoría son casi áridos debido a la lixiviación mineral que producen las fuertes lluvias y a las altas temperaturas. Los terrenos desérticos (aridisoles y entisoles), que contienen poca materia orgánica, también comprenden grandes extensiones. Algunos de los suelos más fértiles son los molisoles, también conocidos como chernozems o tierras negras, en África oriental, y los alfisoles y los podsoles en las zonas del sur y del oeste de África. 2.4 Hidrografía Imagen satélite del lago Chad Singular imagen, tomada desde un satélite en el año 1966, del lago Chad, área lacustre africana alimentada principalmente por los ríos Chari y Logone. Aunque el lago no tiene un claro desagüe, ha disminuido su tamaño a causa de la evaporación y las filtraciones subterráneas. En la estación lluviosa alcanza su máxima extensión, mientras que en la estación seca disminuye hasta los 10.360 km². A lo largo de la orilla oriental del lago se extienden numerosas islas que están habitadas. Los primeros europeos que llegaron fueron un grupo de exploradores británicos en 1823. NASA/Corbis Los ríos de África se pueden agrupar en función de la vertiente hidrográfica y cuenca a la que pertenecen. En la vertiente mediterránea, los ríos suelen ser cortos y estrechos, a excepción del Nilo, que es el más largo del planeta; en la franja desértica abundan los uadis, cursos de agua intermitentes que raramente llegan al mar. Los ríos de la vertiente atlántica son más largos y caudalosos, y llegan a ser navegables en gran parte de su curso; destacan el Níger, el Congo (el más caudaloso del continente), el Orange, con su afluente el Vaal, y el Senegal. Los ríos de la vertiente índica son más cortos que los de la atlántica; entre los más importantes se consideran el Limpopo y el Zambeze (en cuyo curso fluvial se encuentran las cataratas Victoria). Con la excepción de la cuenca del lago Chad, todas las demás tienen salida al mar y están cortadas por abruptas cataratas o rápidos que impiden la navegación. Lago Malawi El lago Malawi, denominado con anterioridad lago Nyasa, cubre casi toda la frontera oriental de Malawi con Tanzania y Mozambique. Las aguas del lago, surgido en el proceso de formación del Gran Rift Valley, proporcionan pesca abundante a los habitantes de sus riberas. El área lacustre representa, además, una importante vía de comunicación para las regiones que lo rodean. Neil Cooper/Panos Pictures Las profundas fosas tectónicas de las montañas orientales (zona ecuatorial del Gran Rift Valley) contienen gran número de lagos; es la región de los Grandes Lagos africanos, que incluye los lagos Turkana (también llamado Rodolfo), Alberto, Eduardo, Tanganica, Malawi y Tana. El lago Victoria, el más grande de África y el tercero del mundo, no es, sin embargo, parte de ese sistema lacustre; abarca una depresión poco profunda en las montañas orientales. El lago Chad ha reducido su superficie durante las últimas décadas en parte debido a las desviaciones de sus aguas para la irrigación. Lago Victoria (África) Estas formaciones rocosas se alzan en la orilla meridional del lago, en Tanzania. Kal Muller/Woodfin Camp and Associates, Inc. Conseguir un control efectivo de suministro de agua es un problema importante en África. Junto a enormes áreas que cuentan con escasas e irregulares precipitaciones en forma de lluvia, existen otras áreas que sufren inundaciones periódicas y requieren medidas de control para evitarlas. Se han construido numerosas presas y embalses con el fin de regular el caudal de los ríos y encauzar el agua para crear regadíos y centrales hidroeléctricas; destacan el Nasser, resultado de la construcción de la presa de Asuán, y el Volta, formado por la presa de Akosombo. Los numerosos ríos y cataratas (Kabalega, Tugela, Victoria...) sugieren que África ofrece el 40% del total de la potencia hidroeléctrica mundial. 2.5 Clima África: mapa climático África tiene el clima más uniforme de todos los continentes. La ausencia de cadenas montañosas importantes, las corrientes oceánicas frías y su situación en la zona tropical, contribuyen a la uniformidad general del clima. También hay grandes regiones áridas, como los desiertos de Sahara, Horn, Namibia y Kalahari, cuyas precipitaciones anuales oscilan entre 250 y 500 mm. En general, el clima de África es uniforme y predominan los tipos cálidos debido a la posición del continente en la zona tropical, el impacto de ciertas corrientes oceánicas y la ausencia de cadenas montañosas que sirvan de barrera climática. Los climas se repiten de forma simétrica al norte y al sur del ecuador, que atraviesa el continente por la mitad. En África intertropical predominan los climas cálidos, que presentan altas temperaturas a lo largo de todo el año y cuyas precipitaciones disminuyen desde el ecuador hacia los trópicos, dando lugar a la sucesión de climas ecuatorial, tropical y desértico. El clima templado de tipo mediterráneo aparece solo en las zonas extremas meridional y septentrional del continente y se caracteriza por una sequía estival y una vegetación adaptada a la alternancia de inviernos húmedos y fríos con veranos calurosos y secos. El clima de alta montaña se da en las tierras de mayor altitud del continente, donde las cimas están cubiertas por las nieves perpetuas. Tormenta de arena en el Kalahari Impresionante imagen de una tormenta de arena en el desierto de Kalahari, árida meseta situada en el sur de África cuya superficie se extiende por el suroeste de Botsuana, el norte de la República de Sudáfrica y el sureste de Namibia. Peter Lillie/ABPL/Corbis Así pues, el centro del continente y la costa oriental de Madagascar presentan un clima ecuatorial, de lluvias abundantes (1.800 mm anuales) y temperaturas elevadas (26,7 ºC). En la costa del golfo de Guinea las precipitaciones se concentran en una estación, aunque en ningún mes faltan lluvias. El clima tropical abarca una quinta parte de África y se caracteriza por una estación húmeda durante los meses de verano y una estación seca en los meses de invierno; el total de precipitaciones de lluvia varía desde los 500 mm a más de 1.550 mm anuales. Lejos del ecuador, al norte y al sur de la región tropical, la media de precipitaciones oscila entre los 250 y los 500 mm anuales. África tiene un área de clima árido o desértico más grande que cualquier otro continente, con la excepción de la mayor isla de Oceanía, Australia. Cada una de estas zonas (el Sahara al norte, el Cuerno de África al este y los desiertos Kalahari y Namibia al suroeste) recibe unas precipitaciones anuales inferiores a los 250 mm. En el Sahara, la oscilación térmica diaria y estacional es grande; la temperatura media en julio supera los 32,2 °C y durante la estación fría la temperatura nocturna a menudo desciende por debajo de los cero grados. 2.6 Vegetación Parque nacional Serengeti, Tanzania La fauna africana, en otros tiempos abundante, está bajo la creciente amenaza de su eliminación debido a la rápida expansión de las poblaciones en busca de terrenos agrícolas, a los cazadores furtivos y a las guerras. En muchos países ni siquiera las reservas de fauna creadas para protegerlos ofrecen ya un refugio seguro a las agresiones, especialmente de los cazadores furtivos, y un número cada vez mayor de especies están en peligro de extinción, en especial los rinocerontes blanco y negro, el gorila de montaña y el elefante. Establecido en 1941, el Serengeti, parte del Patrimonio de la Humanidad, es una de las reservas más grandes del continente, con unos 14.763 km2 en los que predominan las praderas abiertas y onduladas. También es el único de los santuarios de la fauna africana donde tienen lugar las migraciones estacionales de los animales de las llanuras, como en el caso de las cebras que aparecen en la fotografía. Bildarchiv Okapia/Photo Researchers, Inc. La vegetación varía en función del clima. En la zona tropical se suceden la selva o pluvisilva, la sabana y el desierto. La zona tropical, donde la media de precipitaciones anuales supera los 1.270 mm, está cubierta por una densa capa de arbustos, helechos y musgo, sobre la cual se alzan numerosos árboles, tanto perennifolios como caducifolios, destacando las palmeras de aceite. La zona de bosque de montaña, con unas precipitaciones ligeramente inferiores a las de la selva ecuatorial, se extiende por las montañas de Camerún, Angola y regiones de África oriental; aquí, los arbustos que cubren el suelo dan paso a palmeras de aceite, árboles caducifolios y coníferas. La zona de bosque de sabana, con precipitaciones anuales que oscilan entre los 890 y los 1.400 mm, cubre grandes áreas con un manto de hierba y arbustos ignífugos, sobre la que se alzan árboles caducifolios y leguminosos, también ignífugos. La superficie ocupada por la pradera de sabana, donde se registran unas precipitaciones anuales entre 500 y 890 mm, está cubierta por hierba baja y arbustos, además de pequeños y aislados árboles de hoja caduca. La sabana da paso a otra región biogeográfica que solo permite el desarrollo de una vegetación de estepa seca; en la zona de vegetación esteparia de espino, con precipitaciones anuales de 300 a 510 mm, predomina un manto herbáceo aún más fino junto con árboles carnosos y semicarnosos dispersos. En el espacio dominado por la maleza subdesértica, que registra unas precipitaciones anuales que oscilan entre los 130 y 300 mm, prevalece una formación herbácea con arbustos pequeños y dispersos. La zona de vegetación desértica, en áreas con precipitaciones anuales inferiores a los 130 mm, cuenta con una vegetación muy escasa y dispersa o ninguna en absoluto. En diferentes costas del continente crece un tipo de vegetación, el manglar, formación arbórea siempre verde adaptada a la acción de las mareas y con raíces aéreas. En las regiones de clima templado, la vegetación más extendida es el bosque mediterráneo (matorrales, encinas y pinos carrascos). 2.7 Fauna Elefantes africanos Los elefantes africanos habitan en las regiones herbosas situadas al sur del desierto del Sahara. Los elefantes macho miden 3,4 metros y pesan alrededor de 5,4 t, mientras que las hembras miden 2,8 m y pesan aproximadamente 3,6 t. No tienen glándulas sudoríparas por lo que se revuelcan en charcas y ríos para enfriarse. El barro que se seca en su piel les protege del sol. P.E. Parker/Hutchison Library África presenta dos zonas diferenciadas de fauna: la zona del norte y noroeste, que incluye el Sahara; y la zona etíope, que incluye toda el África subsahariana. La zona norte y n...

« genetistas, debido a que sus poblaciones de animales salvajes están aisladas de las del resto del país por las paredes del cráter.

Éstese localiza dentro de la Zona de Conservación Ngorongoro, declarado Patrimonio de la Humanidad, que también incluye la gargantade Olduvai, donde se han encontrado restos de algunos de los primeros antepasados del ser humano.Nicholas Parfitt/Tony Stone Images El relieve africano se caracteriza por su horizontalidad debido a la presencia de vastas y onduladas mesetas, desfiguradas por varias grandes cuencas fluviales y aisladassierras.

A pesar de esta característica morfología, se diferencian diferentes unidades del relieve en África. Una primera unidad del relieve son las amplias mesetas que se extienden por todo el continente, aunque son más elevadas en la región meridional; explican su aspectouniforme y su elevada altitud media (750 m), y algunas albergan zonas áridas, como los desiertos Sahara, Kalahari y Karroo.

Entre las mayores altiplanicies se puedendestacar las de regiones como Futa Yallon (muy escalonada) y Adamaua. Una segunda unidad del relieve son los sistemas montañosos, que salpican las mesetas: algunos se alzan en los extremos del continente, como las cordilleras del Atlas,Ruwenzori y Drakensberg; unos pocos macizos aislados de origen volcánico despuntan por el centro del continente, como los de Ahaggar y Tibesti; en la parte oriental, lamás elevada, se encuentra el Gran Rift Valley y se localizan numerosos volcanes, como el Kilimanjaro, el Kenia y el Elgon.

El monte Camerún sobresale en la parteoccidental. La tercera unidad del relieve son las depresiones geomorfológicas, que rompen la uniformidad de las mesetas centrales; cabe mencionar las cuencas surcadas por los ríosCongo y Níger, y las depresiones de Qattara y Danakil. África presenta una línea de costa regular, con pocos entrantes y salientes (destacan el cabo de Buena Esperanza, el golfo de Guinea y la península de Somalia, entreotros); la longitud total de su litoral, unos 30.500 km, en proporción con su área, es menor que en cualquier otro continente.

Las principales islas de África, con unasuperficie conjunta de 621.600 km 2, son Madagascar (la más grande del continente), Zanzíbar, Pemba, Mauricio, Reunión, Seychelles y Comores en el océano Índico; Santo Tomé y Príncipe y Bioko en el golfo de Guinea; Santa Elena, Ascensión y las islas Bissagos en el Atlántico sur; y las islas de Cabo Verde, Canarias y Madeira en el Atlánticonorte. 2.2 Historia geológica Imagen de satélite del desierto LíbicoDos picos volcánicos, el Arkenu y el Uweinat, son claramente visibles en esta imagen de satélite tomada del desierto Líbico.Digital Image © 1996/Original image Cortesía de NASA/Corbis Un inmenso escudo continental de rocas precámbricas, emparentado por su edad e historia con las cordilleras brasileñas de Sudamérica, se extiende al sur del Atlas hasta elcabo de Buena Esperanza (Sudáfrica).

Al este, el escudo abarca dos masas continentales, la península Arábiga y Madagascar, que se separaron de África durante el periodoterciario ( véase Tectónica de placas).

Entre estas antiguas rocas se han encontrado algunos de los primeros rastros de vida en la Tierra (microorganismos fósiles de 3.200 millones de años).

Geológicamente, los montes Atlas del norte de África son parte de Europa, ya que fueron originados por las mismas fuerzas que crearon las cordillerasalpinas de Europa central y meridional. Las fuerzas tectónicas que separaron África y Sudamérica durante la división del continente de Gondwana, hace 150 millones de años ( véase Jurásico), han seguido activas durante épocas más cercanas, al formarse el Gran Rift Valley en África oriental durante el terciario y desencadenar las erupciones de los montes volcánicos Kenia yKilimanjaro. 2.3 Suelos Arenas rojas del desierto de NamibiaEn el desierto costero de Namibia, de unos 2.000 km de longitud, las dunas rojizas llegan hasta las aguas del océano Atlántico.. »

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