Devoir de Philosophie

correction bac blanc 2013

Publié le 23/04/2016

Extrait du document

BAC BLANC 2013 ESPAGNOL SÉRIES L / S / SES / STG LV2 Série L : JEUDI 07 FÉVRIER 2013 (14H15-17H15) DURÉE DE L'EPREUVE : 3 heures Séries S / SES / STG : JEUDI 07 FÉVRIER 2013 (14H15-16H15) DURÉE DE L'EPREUVE : 2 heures L'usage de la calculatrice et du dictionnaire n’est pas autorisé. Compréhension 10 points Expression 10 points Texto 1 Odiaba el fútbol 5 10 Era domingo por la mañana, se acercó hasta el Mestalla1, sin intención de sacar ninguna entrada. Odiaba el fútbol, siempre lo había odiado y le parecía una insensatez todo lo que se relacionaba con el mismo. Era un deporte que movía billones de pesetas y que arrastraba literalmente a las masas, pero él nunca lo había entendido. El resto de deportes tampoco le interesaba, pero no le ocurría lo mismo que con el fútbol. Suponía que su animadversión2 por el fútbol era debida precisamente al fanatismo que acarreaba. Nunca había soportado a los fanáticos de ningún tipo. El viernes mismo dejó a sus amigos en casa de Mario porque se habían empeñado en ver el partido. Se habían preparado un montón de latas de cerveza en la nevera y habían pedido una pizza para los cuatro. Todo ello sin contar con él. Sabían que odiaba el fútbol y en cambio no habían dudado que se quedaría con ellos a berrear3 frente al televisor y a agitar bufandas4 blancas del Valencia como si en realidad los de la tele pudieran verlos. Se comportaban como necios y energúmenos. El fútbol era como el becerro de oro5 que adoraban los paganos en tiempos de Jesús. Al momento de entrar él en casa de Mario, llegó el repartidor de Telepizza. Llevaba una pizza Jalisco enorme y un montón de helados pequeños de fiesta. 1...

« Texto 1 Odiaba el fútbol Era domingo por la maña na , se acercó hasta el Mestalla 1, sin intención de sacar ninguna entrada.

Odiaba el fútbol, siempre lo había odiado y le parecía una insensatez todo lo que se relacionaba con el mismo.

Era un deporte que movía billones de pesetas y que arrastraba literalmente a las masas, pero él nunca lo había entendido .

El resto de deportes tampoco le interesaba , pero no le ocurría lo mismo que con el fútbol.

Suponía que su animadversión 2 por el fútbol era debida precisamente al fanatismo que acarreaba.

Nunca había soportado 5 a los fanáticos de ningún tipo. El viernes mismo dejó a sus amigos en casa de Mario porque se habían empeñado en ver el partido.

Se habían preparado un montón de latas de cerveza en la nevera y habían pedido una pizza para los cuatro.

Todo ello sin contar con él.

Sabían que odiaba el fútbol y en cambio no habían dudado que se quedaría con ellos a b errear 3 frente al televisor y a agitar bufandas 4 blancas del Valencia como si en realidad los de la tele pudieran verlos.

Se 10 comportaban como necios y energúmenos.

El fútbol era como el becerro de oro 5 que adoraban los paganos en tiempos de Jesús. Al momen to de entrar él en casa de Mario, ll egó el repartidor de Telepizza.

Llevaba una pizza Jalisco enorme y un montón de helados pequeños de fiesta. - ¿Pensáis quedaros aquí toda la noche? 15 - Hemos de ver el partido tío – era el Migue el que hablaba.

Ya se le enreda ba la lengua porque sin duda iba por la tercera o cuarta ce rveza. - Esto es deprimente tíos, yo me largo. Nadie pareció hacerle caso, de manera que salió de allí y se fue a casa a leer un rato.

Odiaba el fútbol. Ramón Cerdá, Confieso , 2000 1 El Mestalla : campo de fútbol de Valencia 2 Ici, son rejet, son hostilité 3 Brailler 4 Écharpes 5 Le veau d’or Texto 2 Papá no era perfecto Los roles en la casa estaban bien marcados: mi madre era la que proporcionaba el apoyo emocional y mi padre el que imponía la disciplina. Como hijo mayor, me sentaba a su lado derecho en la mesa, y eso, desde luego me halagaba 1.

De niño su figura me imponía: bien vestido, con corbatas a la moda, un bigote tupido y perfectamente recortado y un inolvidable olor a una combinación de cigarrillo con loción.

Compraba auto nuevo cada dos años –salvo en las malas épocas 5 económi cas en que había que apretarse el cinturón - y tenía una notable colección de discos de música instrumental norteamericana.

Su carro 2 y su música eran su refugio. Recuerdo haber jugado poco con él.

Quizás porque no tenía tiempo o porque no se acostumbraba e n el mundo del que vino.

Pero su presencia me marcó.

Durante años creí, sinceramente, que era perfecto; que no cometía errores, que ganaba más dinero que cualquiera, que su auto era mejor que el del padre de mis amigos, que le 10 pegaba al balón mejor que Pel é...hasta que un día nos pusimos a jugar fútbol 3.

Para mí el fútbol era la prueba del fuego; con eso dividía el mundo.

Por una parte, estaban los que sabían jugar y por otra...el resto.

En la escuela me decían «Borjita Ramos» en honor a un goleador de la s elección mexicana de fútbol llamado Enrique Borja.

Sin embargo mi papá no se parecía en nada a Borja ni a Pelé.

Una tarde, en casa de mi abuelo materno, le pedí a papá que pateara el balón 4 para que yo, como portero, intentara detenerlo.

Pero 15 él no le dio. Su zapato negro pasó a unos centímetros del balón fallando garrafalmente.

Tengo la secuencia perfectamente grabada en mi mente.

Él no le puso mayor importancia al incidente aunque para mí fue devastador.

Cuando él se metió a la casa, yo me puse a llorar, solo, en el jardín.

La imagen que tenía de mi padre como Supermán se había derrumbado.

No, papá no era perfecto. Jorge Ramos, Atravesando fronteras , 2002 1 Cela me flattait 2 Un carro (amér.) : un coche 3 Jugar fútbol (amér) : jugar al fútbol 4 Pate ar el balón (amér .) : taper dans le ballon, shooter. »

↓↓↓ APERÇU DU DOCUMENT ↓↓↓

Liens utiles